Enfermedad De Alzheimer

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La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo del cerebro que se agrava con el tiempo. Implica cambios cerebrales, como la acumulación de ciertas proteínas, que conducen a la contracción del cerebro y eventualmente a la muerte de las neuronas cerebrales.

Es la principal causa de demencia, que se manifiesta a través del deterioro gradual de la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales, afectando significativamente la capacidad de funcionamiento de la persona.

¿En qué se diferencia un deterioro cognitivo de la demencia?

La demencia es un trastorno cognitivo que afecta múltiples áreas cerebrales y dificulta las actividades diarias. Se diferencia del deterioro cognitivo leve, donde los problemas cognitivos son más sutiles y no interfieren significativamente en la vida diaria.

La demencia implica dificultades para recordar, realizar tareas simples, cambios de comportamiento y estado de ánimo, desorientación y problemas en las relaciones sociales. Estos síntomas se agravan con el tiempo, llevando a una pérdida progresiva de la independencia.

  1. La demencia es un problema de salud pública global.
  2. Más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo.
  3. Más del 60% de los casos de demencia están en países de ingreso mediano y bajo.
  4. Cada año se suman casi diez millones de nuevos casos de demencia.
  5. La enfermedad de Alzheimer representa entre el 60% y el 70% de los casos de demencia.
  6. La enfermedad de Alzheimer es la séptima causa de muerte a nivel mundial.
  7. La enfermedad de Alzheimer es una de las principales causas de discapacidad y dependencia en personas mayores.
  8. En México, se estima que había alrededor de 12 millones de adultos mayores en 2019.
  9. Cerca de 800 mil adultos mayores en México presentaban algún tipo de demencia en 2019.
  10. Aproximadamente ocho de cada diez casos de demencia en México corresponden a la enfermedad de Alzheimer.
  11. La enfermedad de Alzheimer afecta tanto a hombres como a mujeres.
  12. Es más común en personas de edad avanzada, especialmente mayores de 65 años.
  13. Sin embargo, también puede presentarse en personas más jóvenes, entre los 35 y 50 años.
¿A quiénes afecta la enfermedad de Alzheimer?
  • Factores genéticos: La influencia genética, especialmente en casos de inicio precoz, puede aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad, especialmente si hay antecedentes familiares directos.
  • Edad: El riesgo aumenta con la edad, duplicándose cada cinco años después de los 65 años. A los 85 años, la probabilidad de padecerla puede llegar al 50%.
  • Sexo: Aunque es controvertido, se observa un mayor porcentaje de mujeres afectadas, posiblemente relacionado con la mayor esperanza de vida.
  • Nivel educativo: Un bajo nivel educativo se asocia con un mayor riesgo, ya que la ejercitación cognitiva y el aprendizaje estimulan la plasticidad neuronal.
  • Hipertensión arterial de larga evolución.
  • Antecedentes de traumatismo craneal.
  • Nutrición: Una dieta rica en ácidos grasos saturados y bajos niveles de ácidos grasos omega 6 pueden aumentar el riesgo. Existen dietas especializadas para la prevención y tratamiento del Alzheimer.
  • Niveles elevados de homocisteína, relacionados con la aparición de enfermedades cardiovasculares y neuropatías.
  • Antecedentes de depresión o Síndrome de Down.
  • Otros factores como el tabaquismo, el sedentarismo, la diabetes y la obesidad también pueden aumentar el riesgo de padecer Alzheimer.

A pesar de los avances recientes, los científicos aún no tienen un entendimiento completo de las causas subyacentes de la enfermedad de Alzheimer en la mayoría de los casos. Se cree que esta enfermedad resulta de una combinación de cambios cerebrales relacionados con la edad, influenciados por factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Estos factores de riesgo pueden variar entre individuos.

La enfermedad de Alzheimer afecta principalmente a las personas mayores, lo que nos lleva a preguntarnos por qué ocurre con tanta frecuencia en esta etapa de la vida. Los científicos que investigan el envejecimiento del cerebro están tratando de entender cómo los cambios naturales que ocurren con la edad pueden contribuir al daño cerebral y, en última instancia, al desarrollo de esta enfermedad. Estos cambios incluyen la reducción del tamaño del cerebro, la inflamación, problemas con los vasos sanguíneos y otros procesos que pueden dañar las células cerebrales y conducir a la enfermedad de Alzheimer.

Los primeros signos de alerta de la enfermedad de Alzheimer pueden incluir:

  • Cambios en la personalidad
  • Deterioro en la capacidad de movimiento o al caminar
  • Dificultad para comunicarse
  • Bajo nivel de energía
  • Pérdida de memoria
  • Cambios de estado de ánimo
  • Problemas de atención y orientación
  • Incapacidad de resolver operaciones aritméticas sencillas
Complicaciones

Las personas con Alzheimer enfrentan un mayor riesgo de sufrir enfermedades asociadas al proceso de envejecimiento, y en etapas avanzadas de la enfermedad, pueden experimentar complicaciones como:

  • Neumonía
  • Incontinencia urinaria
  • Infecciones urinarias
  • Úlceras por presión.
  • Además, pueden presentar otras condiciones físicas como estreñimiento y un mayor riesgo de caídas y fracturas.

Hay 5 fases asociadas con la enfermedad de Alzheimer:

  1. Enfermedad de Alzheimer preclínica: Los cambios cerebrales asociados con el Alzheimer pueden comenzar décadas antes de que aparezcan los síntomas. Durante esta etapa, las proteínas beta-amiloide y TAU se acumulan en el cerebro, sin síntomas evidentes.
  2. Deterioro cognitivo leve por enfermedad de Alzheimer: Esta fase inicial puede confundirse con el envejecimiento normal y no afecta significativamente la vida diaria. Es esencial buscar atención médica ante los primeros signos.
  3. Demencia leve por enfermedad de Alzheimer: Aquí, los síntomas comienzan a ser notorios, como la pérdida de memoria y la desorientación espacial. Se detecta principalmente a través de la observación de familiares y amigos.
  4. Demencia moderada por enfermedad de Alzheimer: Los síntomas empeoran y la persona necesita más ayuda para realizar actividades diarias. La dependencia aumenta, y los cambios de comportamiento son más evidentes.
  5. Demencia grave por enfermedad de Alzheimer: En esta etapa final, el deterioro cognitivo y físico es profundo. La persona es completamente dependiente, no puede comunicarse verbalmente y enfrenta problemas físicos graves.

La enfermedad de Alzheimer no se puede prevenir, pero se pueden modificar los factores de riesgo en el estilo de vida.

Se ha demostrado que seguir un estilo de vida saludable para el corazón, que incluye:

  • Ejercicio regular
  • Dieta equilibrada
  • Controlar la presión arterial, la diabetes y el colesterol
  • Dejar de fumar

Estudios en Finlandia y Australia han encontrado que los cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, pueden reducir el deterioro cognitivo en personas con riesgo de demencia. Además, comprometerse mental y socialmente, participando en actividades como:

  • Eventos sociales
  • Lectura
  • Baile
  • Juegos de mesa
  • Tareas artísticas y música

También puede ayudar a conservar las habilidades de pensamiento y disminuir el riesgo de Alzheimer.

Diagnóstico

Los médicos utilizan diversos métodos para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer:

  1. Entrevista con la persona y sus familiares sobre la salud, medicamentos, actividades diarias y cambios en el comportamiento.
  2. Pruebas de memoria, solución de problemas y lenguaje.
  3. Análisis de sangre, orina y exámenes médicos estándares para descartar otras posibles causas.
  4. Evaluación de la depresión u otros problemas de salud mental que puedan contribuir a los síntomas.
  5. Análisis del líquido cefalorraquídeo o de sangre para medir proteínas asociadas con la enfermedad.
  6. Escaneos cerebrales como TC, MRI o TEP para ayudar al diagnóstico o descartar otras causas.

Es importante buscar ayuda médica si hay preocupaciones sobre la memoria. Un diagnóstico temprano permite iniciar el tratamiento y planificar el futuro.

Tratamiento

La FDA ha aprobado varios medicamentos para tratar el Alzheimer, pero su eficacia suele ser mayor en las etapas tempranas o intermedias de la enfermedad. No hay cura conocida. Los médicos suelen comenzar con dosis bajas y aumentarlas gradualmente, pero esto puede aumentar el riesgo de efectos secundarios. Se deben monitorear los síntomas y reportar cualquier efecto secundario al médico. Es crucial seguir las indicaciones médicas y informar sobre cualquier cambio en la medicación.

Algunos medicamentos, como los somníferos, ansiolíticos, anticonvulsivos y antipsicóticos, requieren precaución en personas con Alzheimer. Estos fármacos deben considerarse sólo después de que el médico haya explicado los riesgos y se hayan explorado opciones más seguras.

  • Los somníferos pueden aumentar la confusión y el riesgo de caídas, por lo que se deben evitar.
  • Los ansiolíticos pueden causar somnolencia, mareos y confusión, por lo que se recomienda su uso solo a corto plazo.
  • Los anticonvulsivos pueden provocar somnolencia, mareos y cambios en el estado de ánimo.
  • Los antipsicóticos, aunque útiles para tratar síntomas graves, tienen efectos secundarios graves, como un mayor riesgo de muerte en personas mayores con demencia, por lo que deben usarse con extrema precaución.
Pronóstico

El Alzheimer es una enfermedad crónica, irreversible y progresiva con una evolución individual. Su comportamiento clínico es impredecible, pero la detección temprana puede ayudar a retrasar su avance. La aparición temprana, antes de los 65 años, suele estar asociada con un deterioro más rápido. En su etapa final, el Alzheimer conduce a un compromiso orgánico fatal.

Cada una de las etapas de la enfermedad de Alzheimer tiene una duración promedio de 2-3 años, aunque la progresión puede variar considerablemente entre individuos. Algunas personas pueden permanecer en etapas iniciales durante períodos más prolongados, mientras que otras pueden experimentar una evolución más rápida.

En promedio, las personas diagnosticadas con la enfermedad viven entre 8 y 10 años, pero la duración puede extenderse hasta 20 años, influenciada por diversos factores individuales.

El cuidador desempeña un papel crucial en el plan de atención del paciente con demencia, ya que su conocimiento profundo del paciente es esencial para comprender sus necesidades. Informar al cuidador sobre las diversas etapas de la enfermedad le permite anticiparse a las necesidades del paciente y proporcionar un mejor cuidado.

El cuidado de un familiar con demencia puede generar estrés y afectar la salud del cuidador, pero el apoyo médico ha demostrado mejorar su estado de ánimo y retrasar la necesidad de internar al paciente en una institución.

Existen diversas intervenciones para reducir la carga del cuidador, como el control de los trastornos de comportamiento del paciente, la promoción de su autonomía y el acceso a servicios de día y terapia psicológica. Estas intervenciones también han mostrado reducir el estrés del cuidador y mejorar sus habilidades de cuidado.

Además, mantener una vida social activa ha sido respaldado por la ciencia como una forma efectiva de mejorar la salud física y mental, así como la longevidad. Cultivar relaciones sociales sólidas, como amistades cercanas y vínculos familiares, es especialmente beneficioso para la salud cognitiva y emocional. Evitar el aislamiento social, común en la vejez, es esencial para mantener una mente activa y saludable en todas las etapas de la vida.