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El envejecimiento es un proceso natural que todos los seres vivos experimentan y que no se puede detener ni revertir. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo y mente pasan por cambios físicos, funcionales y psicológicos que disminuyen nuestra capacidad para adaptarnos a nuevas situaciones.

Las principales características del envejecimiento son:

  • Universal: Todos los seres vivos envejecen.
  • Irreversible: No se puede detener ni revertir el envejecimiento.
  • Único para cada individuo: Cada persona envejece a su propio ritmo y de manera diferente.
Envejecimiento físico

El envejecimiento físico no ocurre de la misma manera ni al mismo tiempo en todas las personas. Cada individuo envejece a su propio ritmo, por lo que no se puede esperar que todos los mayores tengan las mismas capacidades físicas. Este proceso es único y personal para cada persona.

Ejemplos:

  • Algunas personas pueden mantener su fuerza y movilidad bien entrada la vejez, mientras que otras pueden experimentar debilidad muscular y problemas de movilidad mucho antes.
  • Una persona de 70 años puede seguir corriendo maratones, mientras que otra de la misma edad puede necesitar ayuda para caminar.
Envejecimiento psicológico

El envejecimiento psicológico es igualmente un proceso natural y universal, pero sus características dependen en gran medida de la personalidad, la historia personal y las experiencias de cada individuo. Las pérdidas psicológicas suelen ser más angustiantes que las físicas; por ejemplo, las personas mayores suelen preocuparse más por la pérdida de memoria que por el dolor crónico. Además, los cambios físicos, la pérdida de funcionalidad y las circunstancias sociofamiliares, como la jubilación o la pérdida de seres queridos, influyen significativamente en los cambios psicológicos durante el envejecimiento.

Ejemplos:

  • Una persona puede experimentar ansiedad y depresión tras jubilarse, mientras que otra puede encontrar en la jubilación una oportunidad para disfrutar de nuevos hobbies y actividades.
  • La pérdida de un cónyuge puede llevar a una profunda tristeza y soledad en una persona, mientras que otra puede manejar mejor la situación con el apoyo de amigos y familiares.
  • Algunos pueden sentirse más angustiados por la pérdida de memoria y otras funciones cognitivas, mientras que otros pueden aceptar estos cambios con mayor tranquilidad.
Deterioro Cognitivo Leve

Algunas personas mayores experimentan una condición conocida como deterioro cognitivo leve (DCL). Esto implica tener más dificultades con la memoria y otras habilidades de pensamiento y razonamiento en comparación con sus pares de la misma edad. Aunque estas personas generalmente pueden cuidarse a sí mismas y llevar a cabo sus actividades diarias, el DCL puede ser un signo temprano de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, no todas las personas con DCL desarrollarán esta enfermedad.

Si nota cambios en su memoria o sospecha que podría tener DCL, es importante que consulte a su médico. Infórmese sobre los síntomas del deterioro cognitivo leve.

Diferencias entre el Envejecimiento Normal y la Demencia

El envejecimiento normal se caracteriza por cambios sutiles en la memoria y otras funciones cognitivas, pero generalmente no afecta significativamente las actividades diarias.

Por otro lado, la demencia implica una pérdida progresiva de las habilidades cognitivas y conductuales, lo que interfiere de manera significativa en la calidad de vida y en la capacidad de llevar a cabo las actividades cotidianas. Mientras que en el envejecimiento normal los olvidos son ocasionales y no afectan de manera significativa las tareas diarias, en la demencia hay una pérdida de memoria significativa que impacta en la realización de actividades básicas. Además, la demencia puede presentar otros síntomas como dificultades para razonar, aprender y pensar claramente, cambios marcados en la personalidad y la conducta, así como dificultades para realizar tareas cotidianas como vestirse o comer.

Datos Clave sobre el Envejecimiento y la Salud Mental
  • Envejecimiento Global:
    • Para 2030, 1 de cada 6 personas en el mundo tendrá 60 años o más.
  • Soledad y Aislamiento Social:
    • La soledad y el aislamiento social son factores de riesgo clave para las afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida.
  • Malos Tratos:
    • 1 de cada 6 adultos mayores sufre malos tratos, a menudo por parte de sus propios cuidadores.
  • Trastornos Mentales:
    • Aproximadamente el 14% de los adultos de 60 años o más viven con un trastorno mental.
  • Discapacidad por Trastornos Mentales:
    • Los trastornos mentales en los adultos mayores representan el 10.6% del total de años vividos con discapacidad para este grupo de edad.
¿Qué factores pueden afectar la memoria?

Es importante reconocer que los problemas de memoria no siempre están vinculados a la demencia o al envejecimiento normal. Otras condiciones médicas también pueden afectar la memoria, como:

  • Depresión
  • Coágulos sanguíneos
  • Enfermedades de órganos como la tiroides, riñones o hígado
  • Efectos secundarios de medicamentos

Además, factores externos pueden contribuir a la pérdida de memoria, como:

  • Golpes en la cabeza
  • Consumo de alcohol o drogas
  • Problemas para dormir
  • Deficiencias nutricionales

En el proceso de envejecimiento, es común experimentar cambios físicos y fisiológicos, incluyendo en el sistema nervioso y el cerebro. Estos cambios pueden incluir pérdida de neuronas y afectación vascular, lo que puede influir en nuestras capacidades cognitivas. Sin embargo, estas alteraciones son consideradas normales y forman parte del proceso natural de envejecimiento, similar a otros déficits como la pérdida auditiva o visual. Aunque se pueda experimentar un sutil decremento en ciertas capacidades cognitivas con el tiempo, esto generalmente no tiene un impacto significativo en la vida diaria.

Patrones de Cambio Cognitivo en el Envejecimiento Normal
  • Atención: Puede haber dificultades para mantener la concentración en una tarea o varias tareas simultáneas.
  • Velocidad de procesamiento: El tiempo necesario para procesar, almacenar y recuperar información tiende a disminuir, lo que puede llevar a reacciones más lentas y dificultades para enfrentar tareas complejas.
  • Orientación viso espacial: Se pueden experimentar problemas para procesar información no verbal, lo que dificulta la orientación en el espacio.
  • Funciones ejecutivas: Se requiere más tiempo para analizar y resolver problemas complejos.
  • Memoria: La memoria de trabajo puede disminuir, lo que se traduce en dificultades para retener y procesar información inmediata. Aunque puede haber problemas para recordar datos recientes, la capacidad para recuperar la memoria a largo plazo y recuerdos pasados generalmente se mantiene.
  • Lenguaje: La fluidez verbal puede disminuir, lo que resulta en dificultades para encontrar las palabras adecuadas durante una conversación.
Cambios en la Memoria con la Edad

El envejecimiento afecta todas las partes del cuerpo, incluido el cerebro. A medida que envejecemos, es común sentir que nuestra memoria no es tan eficiente como antes. Esto puede manifestarse en olvidar dónde dejamos objetos o en no recordar ciertas cosas rápidamente. Estos son generalmente síntomas de olvidos leves y no necesariamente indican un problema grave de memoria.

Sin embargo, problemas de memoria más serios pueden interferir en la vida diaria, afectando actividades como conducir, usar el teléfono o recordar el camino de vuelta a casa.

Si se presentan los siguientes síntomas, es recomendable consultar a un médico:

  • Hacer las mismas preguntas repetidamente.
  • Perderse en lugares familiares.
  • No poder seguir recetas o instrucciones simples.
  • Confundirse con el tiempo, personas y lugares.
  • Descuidar el cuidado personal, como no alimentarse bien, no bañarse o comportarse de manera insegura.
Complicaciones

Las personas con deterioro cognitivo leve enfrentan un riesgo aumentado de padecer demencia, aunque esto no es un factor determinante. En términos generales, aproximadamente del 1 % al 3 % de los adultos mayores desarrollan demencia anualmente. Los estudios sugieren que entre el 10 % y el 15 % de las personas con deterioro cognitivo leve experimentan el desarrollo de demencia cada año.

El deterioro cognitivo leve no es prevenible, pero investigaciones han sugerido que ciertos hábitos en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de desarrollar esta condición. Estos incluyen:

  1. Moderar el consumo de alcohol.
  2. Reducir la exposición a la contaminación del aire.
  3. Minimizar el riesgo de lesiones en la cabeza.
  4. Evitar fumar.
  5. Controlar enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad y la depresión.
  6. Mantener una higiene del sueño adecuada y tratar los trastornos del sueño.
  7. Seguir una dieta saludable, rica en nutrientes como frutas, verduras y alimentos bajos en grasas saturadas.
  8. Mantener conexiones sociales con familiares y amigos.
  9. Realizar ejercicio físico de moderado a intenso la mayoría de los días de la semana.
  10. Utilizar audífonos si hay pérdida auditiva.
  11. Estimular la mente con actividades como rompecabezas, juegos y ejercicios de memoria.
Diagnóstico

El diagnóstico del deterioro cognitivo leve no se basa en una sola prueba, sino en una evaluación integral que considera la información proporcionada por el paciente, los resultados de diversas pruebas y el análisis del historial médico. Los criterios para el diagnóstico incluyen:

  • Problemas con la memoria u otras funciones mentales, confirmados por observaciones de familiares o amigos cercanos.
  • Un deterioro gradual en la función mental, respaldado por la historia médica del paciente.
  • Mantenimiento de la capacidad para realizar actividades diarias normales.
  • Resultados de pruebas de estado mental que muestran un leve deterioro cognitivo para la edad y nivel educativo, a través de pruebas como el Mini Examen del Estado Mental o la Evaluación Cognitiva de Montreal.
  • Ausencia de síntomas suficientemente graves como para diagnosticar demencia.

El proceso de diagnóstico también puede incluir:

  • Un examen neurológico para evaluar reflejos, movimientos oculares, equilibrio y otros aspectos del funcionamiento cerebral y nervioso.
  • Análisis de laboratorio para descartar problemas físicos que puedan afectar la memoria, como deficiencias de vitamina B12 o problemas tiroideos.
  • Imágenes cerebrales, como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para detectar posibles anomalías estructurales.
  • Pruebas de estado mental más detalladas que ayudan a comparar la función cognitiva del paciente con la de otros individuos de características similares, identificando patrones de cambios que puedan indicar la causa de los síntomas.
Tratamiento

Aunque actualmente no existen tratamientos específicos o medicamentos para el deterioro cognitivo leve, hay medidas que puede tomar para mantenerse saludable y controlar los cambios en el pensamiento. Mantener la mente activa puede ser beneficioso para la salud cerebral.

Aquí hay algunas recomendaciones que pueden ayudar:

  • Establezca una rutina diaria.
  • Utilice herramientas de memoria como calendarios, listas de tareas y notas.
  • Guarde objetos que use con frecuencia en lugares específicos.
  • Aprenda nuevas habilidades.
  • Participe como voluntario en su comunidad.
  • Pase tiempo con familiares y amigos.
  • Asegúrese de dormir lo suficiente, entre siete y ocho horas cada noche.
  • Mantenga una dieta equilibrada y realice ejercicio regularmente.
  • Limite el consumo de alcohol.
  • Busque ayuda si experimenta síntomas de depresión durante períodos prolongados.

Es importante que las personas con deterioro cognitivo leve se monitoreen regularmente con su médico para evaluar cualquier cambio en la memoria y el pensamiento. Si los síntomas progresan y se desarrolla demencia, obtener un diagnóstico temprano puede ayudar a prepararse para el futuro. Aunque no existen medicamentos para detener o revertir la demencia, hay tratamientos que pueden ayudar a retrasar ciertos síntomas.

Pronóstico

El pronóstico del deterioro cognitivo en las personas mayores puede variar según diversos factores, incluyendo la causa subyacente del deterioro y la respuesta al tratamiento o a las medidas preventivas. En algunos casos, el deterioro cognitivo leve puede estabilizarse o incluso revertirse con intervenciones adecuadas, como cambios en el estilo de vida, medicamentos o terapias cognitivas. Sin embargo, en otros casos, puede progresar hacia formas más graves de demencia, como la enfermedad de Alzheimer.

Es importante destacar que el deterioro cognitivo no siempre progresa a demencia, y algunas personas pueden permanecer estables durante períodos prolongados. Además, el pronóstico también puede estar influenciado por factores individuales, como la salud general, la presencia de comorbilidades médicas y el nivel de apoyo social y emocional disponible.

En general, una detección temprana y una intervención oportuna pueden ayudar a mejorar el pronóstico y la calidad de vida. Sin embargo, debido a la naturaleza variable de esta condición y la influencia de múltiples factores, el pronóstico puede ser incierto y requerir una evaluación continua por parte de profesionales de la salud especializados.

El papel del familiar o cuidador de una persona mayor con deterioro cognitivo es fundamental para brindar apoyo emocional, físico y práctico. Algunas de las responsabilidades clave incluyen:

  • Proporcionar cuidados básicos: Esto puede incluir ayudar con la higiene personal, la alimentación, la vestimenta y la movilidad, según las necesidades específicas de la persona.
  • Supervisar la medicación: Los cuidadores suelen ser responsables de administrar los medicamentos según lo recetado por el médico y estar atentos a cualquier efecto secundario o cambio en la salud.
  • Brindar apoyo emocional: Es importante estar presente para escuchar, consolar y tranquilizar a la persona mayor, especialmente en momentos de confusión o angustia.
  • Organizar actividades significativas: Estimular la mente y el cuerpo a través de actividades recreativas, sociales y cognitivas puede ayudar a mantener la calidad de vida y promover el bienestar emocional.
  • Coordinar la atención médica: Los cuidadores suelen ser el enlace principal entre la persona mayor y los profesionales de la salud, asegurándose de que reciba la atención médica necesaria y asistiendo a las citas médicas.
  • Supervisar la seguridad: Esto implica crear un entorno seguro en el hogar, prevenir caídas y accidentes, y estar alerta a cualquier señal de peligro o deterioro en la salud.
  • Autocuidado: Los cuidadores también necesitan cuidarse a sí mismos para evitar el agotamiento físico y emocional. Esto puede incluir tomarse descansos regulares, buscar apoyo de otros familiares o servicios de atención y participar en actividades que les brinden placer y relajación.

El papel del familiar o cuidador de una persona mayor con deterioro cognitivo es multifacético y requiere compasión, paciencia y dedicación para brindar el mejor cuidado posible.

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